El éxito no llega de la noche a la mañana, sino que necesita tiempo y se basa en muchas decisiones. Algunas de ellas son simples hábitos que nos ayudarán a cumplir nuestros objetivos.
Las personas muy productivas se toman muy en serio su desarrollo personal. Por eso piensan mucho en sus hábitos y en cómo mejorarlos para generar motivación, inspiración, energía y éxito. Otros son perjudiciales y hay que evitarlos a toda costa: veamos cuáles son.
1) Una rutina matinal inexistente. Cuando la jornada se presenta con mucho trabajo por hacer, la tentación es salir corriendo hacia la oficina. Mejor ganar una sensación de control, tranquilidad y enriquecimiento personal. Por ejemplo, con un corto paseo, leyendo y escribiendo durante unos minutos.
2) Olvidar nuestros puntos fuertes cuando surgen dificultades. Las situaciones complicadas llegarán tarde o temprano, y será entonces cuando tengamos que recurrir a nuestros puntos fuertes.
3) Perderse en detalles sin importancia. Conviene priorizar lo más importante y no conceder relevancia a pequeñas cosas que no merecen nuestra atención. Se trata de gestionar el tiempo debidamente, por ejemplo decidiendo qué tres cosas hemos de hacer por la mañana por encima de las demás. Otra idea: destinar 60 minutos a concentrarse en una tarea sin interrupciones.
4) Evitar esos “vampiros” que absorben nuestro tiempo. Como comprobar el correo electrónico continuamente o mantener charlas demasiado largas.
5) No delegar. Asumir una excesiva cantidad de trabajo nos generará un enorme estrés, afectará a nuestro desempeño y desmotivará a nuestro equipo. Aprendamos a delegar.
6) Tardar mucho en recuperarnos de un revés. Sumirnos en un largo período de lamentos solo servirá para consumir nuestra energía y concentración. Pasemos página como hicieron tantas personas que admiramos y que, como nosotros, sufrieron reveses.
7) Procrastinar. No podía faltar: dejar las cosas para más adelante puede ser un síntoma de falta de confianza, miedo a equivocarse o a ser criticado. El perfeccionismo nos hace ser más lentos.
8) Evitar conversaciones difíciles. Las conversaciones que se presentan más complicadas suelen ser las que ofrecen más oportunidades para ganar en claridad. Escuchar y aprender son los mejores consejos para afrontarlas.
9) No decir “gracias”. Nadie logra el éxito en solitario. Agradezcamos la ayuda y el esfuerzo de nuestro equipo, de nuestros colegas, del conductor que nos lleva al aeropuerto y del camarero que nos sirve el café.
10) Olvidar que la vida interior determina el éxito exterior. Reflexionar sobre lo que es más positivo y aprender de paso a ser más optimista será muy valioso para mantener nuestros niveles de energía al máximo y para aplicar un enfoque provechoso.
Nuestro modo de vivir y comportarnos influye sobre nuestras acciones, y por tanto sobre los resultados que obtengamos. Seamos activos, abiertos y agradecidos.
¿Has dejado de decir “gracias” a quienes te ayudan o atienden? ¿Reflexionas para identificar los aspectos más positivos de tu vida? ¿Qué “vampiros” del tiempo te lo hacen perder más?
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