Un entorno de trabajo remoto presenta una serie de particularidades y retos para el líder.
La distancia y la comunicación digital imponen nuevos requisitos acerca de la visibilidad y la interacción con los empleados. De ahí que sea preciso plantearlo de manera cuidadosa, proactiva y efectiva.
1) Dominar el mensaje. Si mantener una comunicación fluida es importante en cualquier situación, más aún lo es si cabe cuando hay kilómetros entre los interlocutores. Una comunicación periódica, sucinta y directa ha de ser compatible con momentos más relajados. Preferiblemente por vídeo para compensar en la medida de lo posible la ausencia de presencia física. Existen herramientas como Slack y Asana que nos facilitarán mucho el envío de mensajes y la gestión de proyectos.
2) Buenas reuniones. Captar la atención, seguir la agenda y mostrar liderazgo en todo momento son los principales requisitos de las reuniones virtuales. Es prioritario que los asistentes participen y se sientan implicados.
3) Humanizar la brecha digital. Fomentar la comunicación y la colaboración han de ser objetivos de todo líder a través de cualquier medio, más aún si es digital. Es preciso inyectar el factor humano en las interacciones con el fin de cohesionar el equipo. También conviene reservar tiempo para conversaciones de carácter más ligero.
4) Liderar el crecimiento y el fortalecimiento del equipo. Aspectos como la formación contribuyen no sólo a mejorar las aptitudes del equipo, sino también a establecer vínculos a través del aprendizaje compartido y el desarrollo personal. Un buen líder comparte sus conocimientos y anima a todos a crecer profesional y socialmente.
5) Optimizar las oportunidades de encuentros presenciales. Cuando exista la opción de encontrarse en persona hay que aprovechar para consolidar vínculos y fomentar las conexiones a un nivel más humano.
6) Conexión multicapa. La visibilidad del líder en redes sociales o conferencias ha de contemplar también a los miembros del equipo para que se sientan parte de ese mayor grado de protagonismo. El líder les representa ante todo agente externo.
7) Dar ejemplo. La ejemplaridad del líder pasa por aspectos como su dedicación y su capacidad de delegar, en este caso demostrando con claridad que el objetivo no es la simple descarga de tareas sino que consiste en depositar confianza en los demás, asignando de paso una mayor capacidad para la toma de decisiones.
Un líder debe ser proactivo, eficaz e inspirador. Cuando se trabaja de forma remota, estas cualidades se ponen a prueba en mayor medida, por eso hay que trabajar más los aspectos relacionados con la comunicación.
¿Qué actividades planteadas en común pueden contribuir más a cohesionar el equipo? ¿Hasta qué punto es clave seleccionar las herramientas adecuadas de comunicación? ¿Cómo se plantea una reunión en remoto?
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