Los emprendedores, y los empresarios en general, se esfuerzan hasta el límite para impulsar su negocio. Se saltan comidas, dejan de hacer ejercicio físico y dedican menos tiempo a socializar fuera del entorno laboral, con la creencia de que su esfuerzo continuo es imprescindible para el éxito.

Sin embargo, quienes obtienen los mejores resultados saben que es necesario recargar energías. Destinar tiempo a la recuperación es primordial porque la actividad constante no es la mejor vía para que cuaje un proyecto de negocio. Mejor guardar energías mediante la práctica diaria porque ayuda a estar alerta, centrados y con capacidad para rendir al máximo:
1) Mira las cosas con otra perspectiva a través del movimiento. Mantener una reunión mientras caminas o hacer un paseo matutino no son lujos sino prioridades. Mover el cuerpo mientras la mente divaga ayuda a apartarse de las presiones diarias. Las soluciones a problemas y preocupaciones surgen naturalmente al alejarse de la pantalla y estar en contacto con la naturaleza. A menudo la ansiedad y el agobio son simplemente una falta de perspectiva. Mueve tu cuerpo diariamente, aunque sea durante 10 minutos.
2) Proteger lo que no es negociable. La salud es lo primero, punto. Hay que destinar el tiempo necesario a dormir, hacer ejercicio y comer adecuadamente: por nosotros, por nuestros seres queridos y porque además nuestro negocio depende de nuestro nivel de energía. Organiza tu día en torno a la salud. Delega o externaliza todo lo que no exija tus habilidades. Tu negocio depende de que operes a plena capacidad.
3) Trabajar a base de ciclos de energía. Nuestros niveles de energía no son constantes, sino que varían a lo largo de la jornada. Durante los períodos de menor energía es mejor gestionar la administración, el correo electrónico y, general, las tareas más rutinarias. Reserva tus horas-pico a proyectos creativos y pensamiento estratégico. Observa cuándo te sientes más lleno de energía y más creativo; planifica tu día en consecuencia y no fuerces las cosas cuando estés con la “batería baja”.
4) Toma pequeños descansos. No esperes a sentirte agotado para descansar. Incorporan microdescansos en su agenda: 5 minutos de meditación, un breve estiramiento o un momento de quietud entre reuniones. Son pequeños ajustes evitan el agotamiento. Establece recordatorios para pausas breves durante el día, aléjate del trabajo durante un par de minutos cada hora. Deja que tu mente descanse y se recargue.
5) Elimina la presión innecesaria. Hay que aprender a disminuir la intensidad. Por ejemplo, no todos los correos electrónicos se han de responder al instante ni cada solicitud requiere tu atención personal. No generes tormentas en un vaso de agua. Mantén la calma cuando surjan dificultades; que la mayoría de los problemas no son urgentes.
Las personas más exitosas en el mundo empresarial tienen unos hábitos saludables desde primera hora de la mañana. Muchos de ellos destinan tiempo a caminar, meditar o hacer ejercicio, controlando así su recarga diaria. Mantener el éxito con el paso del tiempo requiere conservar y recargar energías; empieza hoy mismo a hacerlo.
¿Cuáles son tus períodos de más y menos energía al cabo del día? ¿Qué haces durante los microdescansos? ¿Qué medidas aplicas a para reducir tus niveles de estrés?
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