Con el final del verano, en el hemisferio norte, las empresas se plantean lo que va a ser una de las grandes cuestiones de la temporada: ¿cómo (o más bien, dónde) vamos a trabajar? Como mínimo, están redefiniendo las políticas que han aplicado durante los meses previos.
De entrada, la opciones son tres: trabajar en remoto, en la oficina o de forma que se viene denominando “híbrida”, esto es, una mezcla de las dos anteriores.