El titular puede parecer contraproducente: ¿dar información cuando surgen problemas que, por intuición, nos gustaría ocultar? ¿Exponer errores y una mala praxis a medios de comunicación y clientes?
Sí y cuanto más transparentes seamos, mejor, como bien señala Harvard Business Review. Y es que los rincones más oscuros son los que albergan las peores infecciones, si se permite la metáfora. En el mundo empresarial, los problemas que se tapan no van a mejorar por sí solos, sino más bien todo lo contrario. El liderazgo se demuestra en tiempos de adversidad y, al fin y al cabo, los secretos saldrán a la luz tarde o temprano, en el momento más inoportuno y sin una política de comunicación que apoye el mensaje que deseamos transmitir.