Imaginemos por un momento que hemos triunfado como emprendedores (a lo mejor es el caso) y que, en lo que supone una confirmación del éxito, recibimos una propuesta para vender nuestro negocio. A primera vista, es una gran noticia. Realmente hay quien valora nuestro proyecto, y no ya solo para financiar una parte o para participar de él de una u otra manera, si no que, sencillamente, se lo quiere quedar.
Pasada la emoción inicial, hay dos aspectos principales que, según Shelly Bell (fundadora de Black Girl Ventures), son los que realmente hay que tener en cuenta en el momento de tomar una decisión tan importante.