Las empresas ya no pueden contratar personal con talento a través de medios tradicionales y han de ampliar su definición de "talento" para incluir a los empleados remotos. El atractivo del trabajo remoto sigue siendo sólido: en EE.UU., más del 40 por ciento de los trabajadores afirman que comenzarían a buscar otro trabajo si no se les ofrecieran opciones remotas.