A estas alturas ya serán muchos, entre quienes trabajen desde sus casas, los que habrán cambiado varias veces la ubicación y disposición de su lugar de trabajo. ¿Qué tal trabajar de pie? Aparentemente es una opción más incómoda que estar sentados en una acogedora silla, pero lo cierto es que está en auge. Al fin y al cabo, como señalan sus defensores, el cuerpo humano está diseñado para moverse y cambiar de posición de manera continua. Trabajar de pie sería, por tanto, una alternativa más activa.